En este caso nuestra expedición tuvo la fortuna de encontrarse con un potrero que fue alguna vez una pinera, y que al ser talada para convertirse en potrero quedaron algunas semillas o brotes que crecieron en unas capas vegetales muy fuertes teniendo como consecuencias para el árbol unas raíces no muy profundas ya que el terreno no fue el óptimo para su crecimiento, a esto sumemos unas cuantas pisoteadas y lamidas del ganado.
Procedimiento para recolectar.
Un árbol en estas condiciones generalmente es adulto, por lo tanto responderá lentamente en su sistema radicular. Se debe tener el máximo cuidado para la recolección y el corte de las raíces. No retire ninguna rama, excepto cuando sea indispensable, pues al recolectar se corre el riesgo de perder algunas, lo que si es que cuando se tenga el árbol en bolsa o cajón, se debe defoliar en un 80% para que el árbol no se afecte por la pérdida excesiva de agua a través de las hojas.
1. Retire el pasto que hay alrededor.
2. Observe la copa del árbol y determine el sitio de la gotera del árbol, que es donde terminan las ramas.
3. Empiece a cavar una zanja en forma cónica, luego de rodearlo se tantea el sistema radicular y se hace palanca para extraer el cepellón de raíces.
4. Luego llévelo a un lugar con sombra, siémbrelo en un cajón o costal, amarre fuerte con pita protegiendo bien con tierra las raíces.
5. Descope el árbol para ayudar a la recuperación de las raíces.
6. Sitúe el árbol en un lugar fresco, sombreado, pero donde le entren rayos de sol y de luna que harán que el árbol se recupere mejor.